
Durante la última semana en la prepa, los alumnos de último semestre tuvieron la oportunidad de asistir a unas conferencias hechas por jóvenes emprendedores. Estos mismos nos platicaron un poco sobre sus vidas y sobre lo que hacen. Es difícil de resumir pero todas tienen varias similitudes.
Los conferencistas hablaron sobre lo que se dedican, cómo llegaron a ese lugar y qué dificultades se enfrentaron para llegar a ello. La mayoría hablaron sobre cómo estuvieron al borde de la quiebra o cómo estaban cerca de ser rechazados de sus trabajo, pero todos tenían algo en particular.
Los conferencistas se sentían apasionados sobre algo. Al ver esto, puedes entender su «éxito», si es que quieres llamarlo de esa manera. Podemos ver que todos están apasionados en lo que hacen. Por ejemplo, Fernando Fuentes creó Avioneta, una asociación para ayudar a personas que sufren de alcoholismo. Cuando acabó de explicar, me quedé con la impresión de que él aportaría a la causa sin importar lo qué recibiera a cambio. Esta pasión la veías en todos. Por diferentes motivos, todos querían hacer algo y lo iban a lograr.
Ahora podrás hacer la conexión de que todos los emprendedores son apasionados y exitosos, pero no de la manera que pensamos. El problema es que se nos presenta la idea de que son personas exitosas, pero la realidad es que el éxito no es el que pensamos que es. El éxito de hoy en día está moldeado hacía los negocios, incluso la “Real Academia Española” relaciona la palabra éxito con los negocios. Pero la asociación, yo pienso, viene cuando uno confunde la felicidad con el éxito. Existe la creencia de que si eres exitoso, es decir tener dinero, la felicidad viene sola y todo estará bien. Todos temblamos con la idea de no ser exitosos.
Pero yo te pregunto, ¿qué tiene de malo no ser exitoso? ¿Acaso es malo no tener el poder económico para hacer lo que quieras? Aunque sí es padre tener estos lujos, lo que yo creo que es más importante es amar lo que haces o por lo menos no odiarlo. Aunque pueda generarte pocos ingresos, es importante vivir haciendo algo que podamos hacer apasionadamente. Muchos esperan que antes de morir tengan la oportunidad de hacer lo que quieran, pero a uno se le olvida que si no luchas por lo que quieres, muere en cada momento.
Por Eugenio Torres
